Iniciar Sesión

De esas recetas que te hacen salivar al pensarlas

aderezo anchoas aove densidad nutricional mayonesa salsa yema de huevo May 28, 2025

Hay recetas que son potentes.

Te das cuenta porque no hace falta olerlas, ni verlas...
Solo con pensar en ellas, tu cuerpo reacciona.


Empiezas a salivar.

Ssssssss.

Es tu cuerpo diciéndote que está listo para disfrutar.


Hoy te traigo una de esas recetas.

  • Lleva limón, ese puntito perfecto de sal...

  • Y despierta tus glándulas salivares como si estuvieran de fiesta.

Pero no solo eso: esta es una receta-bomba.
Llena de sabor, sí, pero también de nutrientes que, sinceramente, necesitamos comer más y más.


 

Salsa de yema y anchoas

INGREDIENTES

  • 3 yemas cocidas
  • 4 anchoas en Aceite de Oliva Extra Virgen (AOVE)
  • Jugo de 2 limones
  • Cilantro fresco al gusto
  • 4 C de Aceite de Oliva Extra Virgen
  • Sal al gusto

PROCEDIMIENTO

  1. Licúa todos los ingredientes.
  2. Vas a obtener una salsa más o menos tersa, dependiendo de lo que utilices para licuar y de la cantidad de hagas. Ambas opciones están bien. A mi me gusta más que quede el cilantro ligeramente troceado, así que no la licúo mucho, solo incorporo los ingredientes. 


MERECE LA PENA HABLAR DE LOS INGREDIENTES Y SU PODER NUTRICIONAL

  1. Yemas de huevo
    Las yemas son un verdadero tesoro nutricional. Están repletas de colina, un nutriente esencial para la función cerebral y la salud hepática. También aportan vitaminas liposolubles como A, D, E y K2. Además, contienen luteína y zeaxantina, antioxidantes que protegen la vista y favorecen la salud ocular en general. Eso sí, no las cocines demasiado: con 5 minutos en agua hirviendo, estarán en su punto perfecto para aprovechar al máximo sus beneficios.

  2. Anchoas 
    Las anchoas son una fuente inigualable de omega-3, ese famoso acido graso esencial que hoy en día consumimos demasiado poco. Es fundamental para reducir la inflamación. No, no hablo de una pancita abultada, hablo de reducir la inflamación crónica, esa raíz silenciosa de tantas enfermedades modernas.

    Además, contienen un montón de calcio y vitamina D, dos nutrientes esenciales para nuestros huesos. Aunque, como ya sabes, la mejor fuente de vitamina D sigue siendo el sol directo, sin filtros ni intermediarios (¡y sin excusas!).

  3. Jugo de limón
    Aquí tienes vitamina C a tutiplén, clave para reforzar el sistema inmunológico y potenciar la absorción de hierro de otros alimentos. Su acidez equilibra perfectamente los sabores de la salsa y, además, activa nuestras glándulas salivares. Este pequeño detalle que hoy en día casi no cuidamos, prepara al cuerpo para una digestión más efectiva, el primer paso hacia una salud intestinal óptima.

  4. Cilantro fresco
    Más que un simple toque decorativo, el cilantro es un desintoxicante natural que puede ayudar a eliminar metales pesados del cuerpo. También aporta vitamina K y antioxidantes, convirtiéndolo en un aliado más para la salud.

  5. Aceite de Oliva Extra Virgen (AOVE)
    El AOVE es, sin duda, el rey de las grasas saludables. Su riqueza en antioxidantes y ácidos grasos lo convierten en un pilar fundamental de cualquier dieta gozosa, gustosa y delirantemente sana. Es un ingrediente que no solo nutre, sino que transforma sabor y textura de cualquier receta.... (psss, psss... soy de las que piensa que LA VIDA SIN GRASA NO TIENE SENTIDO).

  6. Sal
    La sal es un potenciador natural de sabores y un regulador esencial de los electrolitos del cuerpo. Si optas por una sal marina local, sin refinar, integral, estarás en la cima de la excelencia culinaria. Muchas me preguntan Renée, ¿y la sal del Himalaya? No. De este lado del mundo hay opciones locales más sostenibles y efectivas. Y que no son una estafa.

Por qué esta salsa es una opción saludable

Esta salsa combina grasas saludables, antioxidantes y micronutrientes esenciales.

Úsala como sustituto de mayonesas comercial, me lo vas a agradecer un montón. Te paso unas ideas:

  • Úsala como aderezo para ensaladas de hojas verdes o vegetales cocidos. En este caso yo lo usé para condimentar un betabel. La combinación estuvo BRUTAL!

  • Úntala sobre proteínas como pollo, pescado o carne roja para darles un toque especial.

  • Disfrútala como dip con crudités o pan artesanal.


Bueno, ya tienes todo lo que necesitas.

Esta salsa está lista para colarse en tu lista de indispensables. Pruébala, dale tu toque y, si terminas comiéndola a cucharadas (como me pasó), no digas que no te avisé. 😉

Con mucho mucho amor y mucho mucho sol

Renée 

 

Pronto dejaremos las redes sociales. Así que la única forma de estar en contacto es con tu correo 

Suscríbete a la Newsletter

Recursos, recetas y mucha inspiración en tu inbox

suscribirse es gratis, darse de baja también